Estudié en Peñíscola y en el instituto de Benicarló. Mi padre no quería que estudiase medicina porque implicaba desplazarme a Valencia sola y en aquellos momentos, estudiar medicina no era una opción para una chica de pueblo.
Sin embargo, mi persistencia y la ayuda de algún que otro familiar lograron que mi padre cediese y me matriculé en la Facultad de Medicina y Cirugía de Valencia.
Por aquel entonces, en Barcelona, en Dexeus habían logrado que naciese la primera niña gestada por fecundación in vitro y, en 1985 no me lo pensé y comencé mi residencia en Obstetricia y Ginecología en el Hospital Universitario La Fe de Valencia con los ojos, la ilusión y la esperanza puesta en unos laboratorios que nada tienen que ver con los de ahora.